Cuantas veces hemos deseado conocer el camino de nuestro destino, aquélla luz que nos ilumine y que siguiéndola podamos llegar....¿A donde?. Nuestra brújula que gira y gira conforme avanzamos en la vida, a veces perdidos, a veces en el camino correcto pero y otras?. Cómo encontrar la dirección que nos lleve a...
Decisiones, siempre en busca de decisiones, analizando, recordando, pronosticando para tratar de disminuir riesgos y es entonces donde el destino como siempre, juega sus cartas poniendo frente a nosotros diversos caminos y una vez más alguien o algo tendrá que ayudarnos a elegir el correcto, sin embargo, aún así, siempre será el correcto?.
Es entonces cuando buscamos, cuando pedimos, cuando imploramos a veces de manera terrenal y otra buscando consuelo en materia espiritual, ¿Qué hacer?, ¿Hacia donde ir? ¿Qué camino tomar? entre miedos y reproches...entre el corazón y la razón...
Siempre buscando a donde ir, remando en largo río de la vida, buscando llegar a la orilla o sortear los rápidos y rocas dentro de el... y tal vez, solo tal vez si dejáramos un poco de remar la misma corriente puede llevarnos a nuestro destino...podría ser?.
Que hacer?...remar con todas mis fuerzas y luchar, o esperar... esperar a ver si las fuerzas más allá de mis manos y mi comprensión se apiadan un instante de mi ayudándome a salir.
Hacerle caso al corazón o a la razón...vaya dilema, sin embargo y después de mucho reflexionar creo que no es gran ciencia, simplemente es el orden en que aparecen frente a nosotros. Una vez que llega a la cabeza ya paso por el corazón solo busca aprobación y porqué? por tratar de mentirnos, engañarnos a nosotros mismos entre lo correcto y lo incorrecto..bendito corazón que no entiendes de éstas cosas, que tan solo te dedicas a sentir, no puede haber más puro y noble sentimiento que sentir... Acaso es tan malo sentir? porqué nos da miedo sentir? fácil, simplemente no estamos acostumbrados a hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario