Agradecimiento y Colaboración

Este Blog nace con la única finalidad de escribir por "sacar" todo aquéllo que llevamos dentro, aquélla inspiración que nace de un momento de reflexión, de soledad, de alegría, de tristeza, al contemplar un cielo estrellado o una luna sin fronteras, al pensar... al simple hecho de pensar y tratar de transnsmitir un momento...un segundo o un instante.


viernes, 25 de febrero de 2011

Segundas Oportunidades...

Cuantas veces hemos escuchado o pedido una oportunidad, una oportunidad más para no dejar o no perder aquéllo que queremos, aquéllo que anhelamos y siempre acompañados por el miedo. Bendita frase "nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido". De verdad tendremos siempre que experimentar el dolor para valorar el amor?. No lo creo, y sin embargo la mayoría de las veces nos enfrascamos en el perdón y no en entregarnos, en entregarnos a sentir, a vivir, a disfrutar, a darlo todo por aquéllo que creemos, por aprovechar siempre la primera oportunidad para no tener que buscar perdones, olvidos ni segundas partes.
Es acaso tan difícil entregarlo todo?, hacer todo con pasión por complacer, por consentir, por cuidar, por elogiar, por hacer sentir bien a todos los que nos rodean y más a aquéllos que amamos?, que nos llenan, que nos inspiran. acaso lo es?
La respuesta creo que va más allá de nuestras mentes y nuestros corazones, creo que lo difícil no es no hacerlo, sino saber hacerlo!. Difícil verdad?
Es cuando las segundas oportunidades aparecen, una oportunidad más de aprender, de mejorar, de sentir más, de amar más, de no cometer los mismos "errores" de antes y sobre todo de vivir, de sentir y de soñar.
Es entonces y sólo entonces cuando las segundas partes no son tan malas como suele suceder en el cine, es la oportunidad de demostrar, de dar el 120%, de amanecer y de acostarse con una sonrisa, de entregar lo que resta de mente y corazón sin esperar nada a cambio con el único propósito de dar...de dar que? a veces simplemente no lo sabemos pero aún así el hecho de solo pensarlo ayuda y ayuda mucho. Termino esta historia como cada una de aquéllas que han representado en mi vida una segunda oportunidad...Gracias!

miércoles, 9 de febrero de 2011

Tristeza

Sorpresivo y no tan grato fue mi sentir cuando pude corroborar un dicho bastante viejo y aún más trivial...pero sí es cierto, sí puede doler el corazón!. Físicamente, sí impresionante pero cierto y fui testigo de ese dolor. Un dolor diferente...un dolor frío, seco pero constante que te engaña mentalmente con sentimientos, con expresiones, con inumerables dolencias y sensaciones pero finalmente es una farsa...el dolor proviene de ahí, de ese pequeño músculo que a veces late sin parar y que acelera su pulso con una mirada, con un recuerdo con una caricia y que de igual manera en ocasiones solamente se relaja y "descansa".
Por mi propia experiencia y traducción les digo, si puede doler el corazón ante una gran tristeza, no soy médico ni mucho menos pero podría pensar que todo aquéllo que nuestro maravilloso cerebro y nuestra infinita imaginación sueña, piensa y siente puede verse reflejado físicamente y sobre todo sentirlo. Existe un viejo cuento que alguna vez leí, ganador de un importante premio a nivel nacional, en donde al final de la historia y derivado de un desamor, el protagonista muere en busca de su amor... y así el cuento termina diciendo...todos dicen que murio del corazón, más sólo yo sé que murió de amor. ¿Será posible?

miércoles, 2 de febrero de 2011

Sueño

Un sueño... increíble palabra que además nos permite "moldear" decir, imaginar e interpretar la realidad en una mezcla efímera de deseos, ilusiones y un poquito...tan solo un poquito de imaginación.
Es entonces un sueño resultado de una vivencia "oculta" o realmente una especie de premonición de un deseo en busca de realización.
Me recuerda la famosa palabra que busca explicar el porqué del tiempo en relación a los sucesos de la vida diaria y cotidiana...De Javú...igual de misteriosa que su significado.
La sensación de haber vivido una situación, a través de un instante, de una palabra, de un olor, de un color...¿realmente la habremos vivido o será el deseo inmerso de vivirlo?
De igual manera, que mas da...demos gracias a un sueño, un sueño que nos transforma, nos da ilusión, nos da esperanza, nos da un toque de magia para pensar, para sentir y para despertar cada día con el bello recuerdo...las ganas de vivirlo y la impaciencia por que termine la jornada para volver a dormir, para volver a soñar y así desear nuevamente, dependiendo de cada sueño, sumergirse en el durante el mayor tiempo posible y hasta a veces, ¿porqué no? desear que no termine nunca y no despertar jamás...

Dolor

¿Qué es realmente el dolor? algunos lo manifiestan de manera física y algunos más de manera espiritual. Creo que de ahí deriva la diferencia de tratar de comparar ambos cuando realmente no tienen nada en común. El dolor físico puede ser el reflejo de un golpe o un contacto y aquél que no vemos, que tan solo sentimos y nos cala los huesos va mucho más allá de eso.
Un dolor que nos llena, nos envuelve nos ciega y que definitivamente no hay cura probada más allá del tiempo, viene solo y algunas veces y solo algunas veces si somos afortunados... se va solo o aminora su impacto.
Sin embargo, creo que muchas veces confundimos el dolor como un resultado de aquéllo que no tenemos...que no podemos... o que no queremos, y claro que causa dolor!, siempre, el hecho de no poder hacer que las cosas sean o salgan como nosotros queremos... duele!.
Es entonces cuando me pregunto, ¿No estaremos cayendo también en sumergirnos en alguna especie de egoísmo interno? el yo quiero, yo necesito dónde quedan los demás...
¿Donde quedan los sentimientos, deseos y necesidades de los demás...?, realmente podemos querer tanto algo que nos impida pensar en los demás... y finalmente reflexiono si el amar nos lleva a ser felices, acaso no es el resultado de hacer felices a los demás...y si bien a veces no entendemos el porqué de las cosas, pienso que no debemos retener, ni entristecernos ni mucho menos pensar en nosotros mismos...solo en el hecho de que aquélla persona que amamos es feliz y por lo tanto es y será siempre parte de nuestra felicidad.